Sacándole punta a mis lápices de colores (muchos adquiridos gracias al gentil auspicio del Programa Vínculos) noté lo lindas que son esas cascaritas, sus formas, los colores que se asoman en sus orillas... y es algo tan simple y cotidiano. Talvez parte de esa apreciación se debe a que me recuerdan la niñez, me remontan y quizás eso hace todo lo bello; te remontan a alguna historia intimamente tuya...
También me hizo sentir cierta... frustración(?) al pensar en aquellas cosas que son lindas pero inútiles. De hecho mi sobrina trajo algunas ilustraciones informativas del MNBA y las miré y las encontré bonitas pero pensé: 'cómo gastan en papel...' no sé si hoy estuve especialmente utilitarista o qué onda, pero sobre todo las ilustraciones me generan un poco eso, la sensación de: qué lindo pero ¿y?. Es que siento que no es suficiente que sean lindas, y quizás la utilitaridad no tenga que ver con su acepción más obvia, (sino sólo apreciaría las artesanías), sino que siento que debe hacer clic en algo dentro de uno, o ser un enlace que te lleve hacia otro lugar.
Talvez lo 'lindo' es algo más superficial, y lo 'bello' es algo que te transporta, remonta, te hace adentrarte en ti mismo o te genera una suerte de plenitud y bienestar, una comprensión que nace desde los sentidos... quizás, quien sabe.
Lo que sí, considero que es una virtud apreciar la belleza de las cosas simples, como estas cascaritas destinadas a desaparecer después de haber generado sensaciones, recuerdos y divagaciones bonitas.
