lo bueno de llorar

Un "Todo" contenido despierta al silencio... todo que decir y nada sale, caminar caminar caminar, te sientas y cuentas lo que pensaste jamás contarías, eso provoca el caminar mucho, el movimiento va removiendo lo verdadero dentro de uno... se caen los muros autoimpuestos, y lo dices todo de la forma más simple, de la única forma en que se puede decir una verdad.

Ya no dá para fingir, el silencio y la caminata te quitan la fuerza para hacer eso... pero cada encuentro no es casual, esto abre la puerta para que salga una verdad (una de las tantas que saldrán).

Todo está mal, del llanto no viene ningún consuelo, sólo queda decir la verdad, decir lo que no quieres aceptar.

No hay prisa, se sabe que no se puede acelerar, hay mucho que se puede perder si te lanzas a "correr".

Se da el espacio para los recuerdos, eso siempre aviva lo que se lleva dentro.

Y llega una prueba, observas un acto que te parece incomprensible y al instante te vez a ti mismo haciéndolo,... ella se queda mirando, era una prueba de que sí quedaba algo de ella en él.

Y te haces cómplice, y el movimiento se acelera de forma natural, ríes de todo de la nada... o del todo, y entre más rápido la pregunta que está doliendo en la garganta se suelta, se lanza, se dispara. Despertó la verdad, lo que duele entre los dos.

Sí, ser libre es lo que más extraño de mi cuando estaba junto a ti.

Aparece la historia del otro que duele, por qué siempre pasa e...

Ella menciona los sueños ilusos, ¿¡ilusos!?

Y la confesión más grande se hace en un Supermercado, el lugar no importa, el lugar más sencillo es el escenario más potente para vivir-decir-escuchar una verdad.
¿Simplicidad = verdad? hay una especie de relación intima?

El dolor se experimenta igual aquí o allá, pero no se procesa del mismo modo si surge de una verdad o una verdad a medias, la primera duele menos simplemente porque se puede visualizar el final.

Y la mirada, ¿cómo soportarla?. Se hace fuerte, no lo hizo por mal, y se le para enfrente cómo diciendo: " estoy aquí, veélo todo no sólo la parte que te jode más de esto".
Silencio abriga todo lo que se lleva por dentro (dolor,... dolor)

El camino continúa desde lo más alto hasta el mar...

de Macúl a Providencia, de Providencia a San Joaquín. (hasta la nada)

Frío... te lo quitas sola, él ya no hace eso... te das cuenta.

Todo con la actitud de ya fué, ya pasó, ¿acaso podemos cambiar eso? No.

Un viaje que cansó, pero que se presintió como el único camino para decir-saber-vivir la verdad.

Y por fin las manos se toman, "¿Será lo correcto...? no lo sabrás hasta que no lo hagas". Lo haces, y se cambia las partes del "Todo", no del todo.